Farmacéuticos 42 Farmacéuticos 43 HABLAMOS CON... Lola Palomino Farmacéutica en Cádiz, participante en “Farmacia, Espacio Seguro” A TODO CIUDADANO QUE LE HEMOS EXPLICADO LA INICIATIVA LO HA VISTO COMO UN PASO IMPORTANTE, VALIENTE Y NECESARIO” Las farmacias de Cádiz constituyen un espacio seguro frente a la violencia de género, y también lo han sido durante su famoso Carnaval celebrado en febrero. Durante los días de fiesta que vivió la ciudad, además de su habitual servicio sanitario, las farmacias desempeñaron una importante labor social como espacio al que pudieran acudir a pedir ayuda cualquier persona que se sintiera amenazada por un posible caso de violencia de género. Se trata de la acción “Farmacia, Espacio Seguro”, un proyecto promovido por el Colegio de Farmacéuticos de Cádiz desde el pasado mes de noviembre y que cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía, el Instituto Andaluz de la Mujer, de la subdelegación del Gobierno en Cádiz, y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la provincia. Hablamos de esta acción con Lola Palomino Aguilar, Dra. en Farmacia y titular de la Farmacia Aguilar de Cádiz, una de las farmacias participantes en la iniciativa, y responsable de la Vocalía de Farmacia Social del COF de Cádiz e impulsora de la campaña. ¿Qué destacaría de esta iniciativa llevada a cabo de “Farmacia, espacio seguro”? Lo primero que me gustaría destacar es la gran acogida que ha tenido la iniciativa tanto entre los compañeros farmacéuticos de la provincia de Cádiz como en la sociedad en general. Es una iniciativa que hemos impulsado de manera especial desde el Colegio de Farmacéuticos de Cádiz y de la que estamos muy contentos y satisfechos, sobre todo viendo esa acogida y el apoyo que hemos recibido de las administraciones e instituciones públicas. El Instituto Andaluz de la Mujer vio desde el primer momento el potencial de las farmacias gaditanas como centros de información a las ciudadanas, y como centros de prevención en la violencia de género, y junto a la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz y Algeciras, la Policía Nacional y la Subdelegación del Gobierno, se sumaron inmediatamente al proyecto. Más tarde se sumaron la Diputación de Cádiz y el Ayuntamiento de Cádiz en los días previos al Carnaval. La iniciativa consiste en convertir a las farmacias comunitarias en puntos de información y sensibilización ciudadana contra la violencia de género, así como de prevención y detección de posibles casos de maltrato a las mujeres. Es decir, en espacios seguros, al que las mujeres pueden acudir para huir de sus agresores o pedir ayuda, dada su proximidad a los ciudadanos y la capilaridad que ofrecen la red de 500 boticas y casi 2.000 farmacéuticos en toda la provincia de Cádiz. Esto implica la ubicación de distintivos y soportes informativos en las farmacias gaditanas explicando los diferentes recursos públicos a disposición de las víctimas de maltrato (teléfonos de atención, etc.), así como un procedimiento de actuación ante la violencia de género, para detectar posibles casos de maltrato desde las boticas y la notificación a las autoridades y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. ¿Cómo se ha desarrollado la acción durante el Carnaval? La acción se ha desarrollado con normalidad en esos días. Las farmacias de la ciudad ya disponíamos de material y carteles informativos y hemos colocado un distintivo ofrecido por la Delegación de la Mujer del Ayuntamiento de Cádiz para enfatizar que se pueda acudir a las farmacias ante posibles agresiones o casos de maltrato durante las fiestas. Además, los medios de comunicación locales se han hecho eco de esta iniciativa los primeros días del carnaval, dando a conocer la campaña junto con el alcalde de Cádiz, Bruno García León, y la delegada de la Mujer, Virginia Martín García, con los que nos reunimos distintos representantes de la Junta del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz, encabezados por nuestro presidente Alberto Virués. ¿Cómo ha sido esa acogida de la iniciativa, tanto por parte del colectivo farmacéutico como por parte del ciudadano, que señalaba antes? Ha tenido una gran respuesta y hemos recibido muchas llamadas de compañeros farmacéuticos de Cádiz y de fuera de la provincia aplaudiendo la iniciativa, ya que por desgracia todos conocemos casos de maltrato. Además, a todo aquel ciudadano al que le hemos explicado la iniciativa lo ha visto como un paso importante, valiente y necesario. Sobre todo, en el caso de aquellos colectivos más cercanos a esta lacra, de ellos hemos recibido mucha empatía y agradecimiento por la campaña. Es indudable que la farmacia está en primera línea de asistencia ¿Qué aporta el farmacéutico en la lucha contra la violencia de género? Aportamos mucho, somos un profesional que no necesita cita previa, las puertas de nuestras farmacias están siempre abiertas, nuestra luz encendida, y estamos siempre dispuestos a ayudar a los ciudadanos. En este caso en particular, contamos con la empatía y confianza que nuestra profesión ofrece cuando somos farmacias de barrio, de poblaciones pequeñas; cuando los vecinos nos conocen desde siempre y nosotros a ellos también. Esta circunstancia sumada a la cercanía, con una farmacia próxima y cuyo personal está formado en un 75% por mujeres, hace más fácil la comunicación. Ofrecemos la posibilidad de poder detectar un caso de violencia de género en sus comienzos, o de poder detectarlo antes de que se convierta en una tragedia, siempre que la mujer confíe en nosotros, y poder encauzarla y poner en marcha los protocolos adecuados para ayudarla y protegerla. También podemos actuar en aquellos casos en que la mujer ha sufrido esta violencia y se ha quedado sola y desamparada, poniendo a su servicio todas las herramientas y servicios que el Instituto Andaluz de la Mujer y las administraciones públicas tienen, como asesoramiento legal, apoyo psicológico para ella y sus hijos, ayudas en alojamiento, educación y muchos más servicios que están disponibles y que quizá no conozca. ¿Con objetivo de ampliar a otras zonas? Actuamos en las fiestas, como en el carnaval de Cádiz, pero el objetivo es ampliarlo a todos los municipios, ofreciendo seguridad ante un ataque machista o de acoso a las mujeres. En muchos pueblos pequeños puede que no haya cuartel de la Guardia Civil, o Policía todos los días, pero siempre habrá una farmacia. Y estaremos más atentos en casos de mujeres más vulnerables, desde diferentes perspectivas como la edad: adolescentes que aún no saben que sufren violencia de género al ser controladas por sus parejas, o bien mujeres de edad muy avanzada que viven maltrato y que lo ven como algo normal. Eso es muy triste. También en mujeres desplazadas o extranjeras que se ven muy solas, y mujeres que viven situaciones de exclusión social como adicciones, prostitución u otros casos, que les dificulta mucho poder hablar con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Nosotros podemos ofrecerles información y teléfonos que no dejarán rastro donde van a ser atendidas con respeto, cariño, confidencialidad y seguridad. El proyecto consiste en convertir a las farmacias comunitarias en puntos de información y sensibilización ciudadana contra la violencia de género, así como de prevención y detección de posibles casos de maltrato a las mujeres”
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