Farmacéuticos 38 Farmacéuticos 39 HABLAMOS CON... Alejandro Zamanillo Farmacéutico militar HAY DOS VERSIONES DEL FARMACÉUTICO MILITAR: ‘EL FARMACÉUTICO DE BATA’ Y ‘EL FARMACÉUTICO DE BOTA’” Dentro de la profesión farmacéutica existen muchas salidas profesionales y, una de ellas, con frecuencia desconocida, es la Farmacia Militar. Una salida profesional que, no obstante, en los últimos años ha ido ganando visibilidad y protagonismo con el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, situado en Colmenar Viejo, en Madrid, así como con la gestión de emergencias sanitarias como la pasada pandemia de la Gripe A en 2009 y la más reciente de la covid-19. Una salida profesional, la Farmacia militar, que une vocación de servicio público y compromiso con la seguridad nacional. Hablamos de todo ello con el General de Brigada Alejandro Zamanillo, farmacéutico militar y subinspector general de Apoyo y Ordenación Farmacéutica. ¿Qué implica ser farmacéutico militar? Aunque parezca una perogrullada, no se me ocurre mejor forma de explicarlo: implica exactamente eso, ser farmacéutico y militar a la vez, dos profesiones en una, dos vocaciones en una, dos formas de servir a la sociedad en una sola. En este medio, no creo necesario explicar lo que implica ser farmacéutico, así es que me centraré en el aspecto militar: ser farmacéutico militar implica estar dispuesto a ejercer la profesión farmacéutica en beneficio de España y de los españoles, bajo los principios de nuestra Constitución y los valores de nuestras Fuerzas Armadas. En Farmacia Militar se integran las ciencias farmacéuticas con el servicio en las Fuerzas Armadas, abriendo un abanico de posibilidades para el ejercicio farmacéutico hasta límites difíciles de intuir para muchos. Por ello, agradezco esta oportunidad que nos ofrece “Farmacéuticos” y me gustaría ofrecer una pincelada de nuestros campos de actuación, comenzando por las Farmacias Militares. Faltaría más. Cuéntenos Las Farmacias Militares son oficinas de farmacia con venta al público, pero su labor fundamental es la distribución de productos farmacéuticos a los servicios sanitarios de las unidades militares y la vigilancia sanitaria de las aguas y del consumo de drogas en las Bases Militares. Son los núcleos del adiestramiento básico para el despliegue del apoyo farmacéutico en operaciones militares. Nuestros almacenes mayoristas, a su nivel, tienen ese mismo objetivo: mantener la capacidad de distribución de productos farmacéuticos en las operaciones militares. Por ello, en su día a día, prestan servicio atendiendo las necesidades de abastecimiento o mantenimiento de productos farmacéuticos, que se originan, tanto en las operaciones militares en curso, como fuera de ellas, indistintamente, buscando cumplir con el precepto “Train as You Fight” de la instrucción militar. Por otro lado, el Centro Militar de Farmacia de la Defensa (CEMILFARDEF) es un centro de producción, a la vez que un almacén para las reservas estratégicas nacionales y un centro de distribución al por mayor de productos farmacéuticos. Ideado como herramienta al servicio de la seguridad nacional, además de abastecer de productos farmacéuticos al Ministerio de Defensa, también apoya a otros organismos, como a la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, distribuyendo vacunas, o la Dirección de Protección Civil del Ministerio del Interior, fabricando yoduro potásico para los planes de emergencias en centrales nucleares. Y, todo ello con el objetivo fundamental de mantener la capacidad de responder frente a emergencias sanitarias derivadas de pandemias, conflictos armados o crisis internacionales. ¿Y el Instituto de Toxicología de la Defensa? El Instituto de Toxicología de la Defensa o ITOXDEF es el órgano técnico superior en el ámbito toxicológico de las Fuerzas Armadas, siendo el “laboratorio de referencia de drogas de abuso y sustancias psicotrópicas, de aguas y de agresivos químicos de guerra en muestras biológicas”. Actualmente está capacitándose para incorporarse a la “Red de Laboratorios de excelencia de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas”. Asimismo, el ITOXDEF se ha integrado en los laboratorios designados del Mecanismo de la Secretaria General de Naciones Unidas ante el uso de armas Químicas y Biológicas. Pero el ITOXDEF no es el único laboratorio donde los farmacéuticos se dedican a identificar agresivos NRBQ. Unidades operativas como el Regimiento de Defensa Nuclear, Biológico y Químico o el Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales cuentan con laboratorios desplegables al mando de oficiales farmacéuticos. El Ministerio de Defensa mantiene dos hospitales militares que, mediante convenio, forman parte de red sanitaria pública en las comunidades autónomas donde están ubicados. Gracias a ello, se mantiene la capacidad y se puede dar apoyo especializado a las operaciones militares en todo aquello que estas demanden: ya sea mediante la rotación de personal sanitario en los hospitales de campaña o mediante la atención hospitalaria a evacuados desde las operaciones. A este nivel, la Farmacia Militar cuenta con dos servicios de farmacia hospitalaria y una unidad de radiofarmacia. También se ocupa de los servicios de análisis clínicos, de inmunología y de microbiología y parasitología. Desde cualquier puesto el asesoramiento farmacéutico y el apoyo a la docencia son actividades comunes y permanentes, aunque, obviamente, hay puestos donde se desarrollan con mayor intensidad, como es el caso de los cuarteles generales y organismos especializados, para el asesoramiento, y de las Escuelas y Academias Militares, para la docencia. Por todo lo expuesto puede entenderse que entre nosotros digamos que hay dos versiones del farmacéutico militar: ‘el farmacéutico de bata’ y ‘el farmacéutico de bota’”. Para el neófito ¿qué papel desempeña un subinspector general de Apoyo y Ordenación Farmacéutica en las Fuerzas Armadas? El Subinspector General de Apoyo y Ordenación Farmacéutica ostenta el honor y la responsabilidad de dirigir y representar a la profesión farmacéutica en el ámbito de las Fuerzas Armadas. Con el empleo militar de “General de Brigada Farmacéutico” es la máxima autoridad farmacéutica en el ámbito del Ministerio de Defensa. Tiene como competencia la ordenación e inspección farmacéutica en el Ministerio de Defensa, independiente y ajena a la de las Comunidades Autónomas, así como la vigilancia sanitaria del agua y de los productos farmacéuticos. Además, coordina el apoyo farmacéutico en el Ministerio de Defensa, con el resto de autoridades del Departamento, y dirige y gestiona los establecimientos farmacéuticos pertenecientes a la Red Sanitaria Militar constituidos, entre otros, por el CEMILFARDEF e ITOXDEF. Después de la pandemia por covid-19 ¿qué lecciones podemos aprender cómo sociedad? ¿Y cómo Profesión Farmacéutica? La Estrategia Farmacéutica Europea de 2020 ya nos marcó la ruta a seguir tras la covid-19. Sin lugar a dudas, la pandemia causó mucho dolor, pero también nos enseñó muchas otras cosas, como la senda de la esperanza y la importancia de la unión entre españoles y residentes en España, de la cooperación cívico-militar y de la solidaridad internacional. Covid-19 significó el mayor impacto global desde la Segunda Guerra Mundial y puso de manifiesto todas las carencias y dificultades a las que se enfrenta cualquier país, incluido el nuestro, para abordar una situación imprevista y tan extrema, al demandar un volumen de recursos sanitarios sin precedentes, Los farmacéuticos militares somos un elemento clave en cualquier despliegue internacional de las Fuerzas Armadas de España”
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